Aprovechando que el día no acompaña os voy a dejar con una receta especial, un día hablando con mi hermana por Whatsapp me mandó una foto de un bizcocho que había hecho, tenía una pinta exquisita así que le pedí la receta... pero... se equivocó, bailó las cantidades de aceite de girasol, a mí me chocó y le pregunté pero no debió mirar el móvil y no me contestó hasta que el bizcocho había salido del horno, así que de un error nació este bizcocho que os presento, está francamente delicioso, sale muy muy grande y es como comer una nube, ¿os animaís?
Ingredientes:
4 huevos
2 yogures naturales sin lactosa
3 medidas del yogur de azúcar
3 medidas del yogur de aceite de girasol (en la receta original eran 2)
2 sobres de levadura en polvo
400gr de harina
ralladura de un limón
Elaboración:
En un bol batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su tamaño y cojan un color blanquecino.
A continuación añadimos el aceite y el yogur y batimos, también echamos la ralladura de un limón.
Por un último vamos añadiendo poco a poco y sin dejar de batir la harina y la levadura tamizada.
Cuando tengamos la mezcla preparada encamisamos un molde para bizcocho con spray desmoldante o aceite con un poco de harina.
Precalentamos el horno 10 minutos a 180º.
Horneamos con calor arriba y abajo a 180º durante 15 minutos, entonces dejamos solo calor abajo durante 20 minutos y finalmente ponemos otros 10 minutos calor arriba y abajo, siempre a 180º.
Pinchamos con una aguja o cuchillo y si sale limpio nuestro bizcocho estará listo.
Si lo conservamos entre cristal tendremos bizcocho esponjoso durante una semana.
Hasta la próxima!!